Oir

13 nov 2010

¿Por qué no hago las cosas que me gustan?

Me gusta el jazz y nunca he ido a un bar donde lo tocan en directo, es más conozco escasos artistas.

Me encanta el teatro y podría contar con los dedos de mis manos las obras que he visto.

Tengo una guitarra y no he aprendido a tocarla.

Me tranquiliza la naturaleza y pocas veces he estado en la montaña, piso la playa alguna vez al año, no voy al campo.

Me atraen los deportes de riesgo y solo practiqué un par, hace una década.

Voy de sincera y jamás he sido capaz de ser clara cuando me ha gustado alguien.

Me considero una persona libre e independiente pero son demasiadas las veces que acabo dejándome llevar por los demás.

Soy la psicóloga más pesimista que conozco, aún apoyando que el optimismo mueve el mundo.

Voy de racional pero suelo mostrar mis debilidades emocionales.

La vida es eso que pasa mientras nos empeñamos en planearla (o algo así dijo John Lennon)

I need a change/chance.


 

4 comentarios:

Amaya dijo...

Oh! ¿Pero a ti también te pasa? ¿No soy el único dechado de incoherencias? :)

Los del tabaco Nobel idearon un lema publicitario que por desgracia hay que reconocer que es inteligente: "Disfruta de tus contradicciones".

Tomemos la estrategia complementaria: cuenta las cosas que te gustan que sí haces. Quizá lo demás no lo hagas en parte por falta de tiempo... luego siempre estará esa parte de falta de valentía que me temo que, excepto un pequeño grupo de personas admirables, es algo de lo que todos pecamos. O eso quiero pensar yo, cobarde de mí :)

Eso sí, a esa persona - quien sea - tienes que declararte ya :) No puedes privarle ni un minuto más del regalo de tu presencia.

Rita dijo...

Gracias una vez +! Me parece buena idea lo de contar lo que sí se hace, a veces lo hago, pero este espacio me sirve de vía de escape y suele llevarse lo peorcito de mí Y/o lo que me da miedito mostrar. También se me ocurre que no está mal pensar lo que no se hace para intentar ponerlo en marcha, aunque de momento la declaración me la ahorro, no creo que él esté por la labor y prefiero seguir siendo cobarde un poco más.

Amaya dijo...

Si tienes razón, en algún sitio hay que volcar también los pensamientos torturantes ¿no? que haberlos haylos.

Pero vaya, si esto es lo peor... :)

Respecto a la cobardía: huir de hecho es una conducta adaptativa según la situación, aunque épicamente esté mal vista. Al final todo es una cuestión de valoración de posibilidades... si lanzarse a lo bonzo a declararse va en contra de una, pues no tiene mucho sentido (aparte del de expresar un sentimiento que pugna por salir... porque el amor sí es verdad que tiene la costumbre de darse a conocer más tarde o más temprano, lo de estarse calladito lo lleva mal :) )

Rita dijo...

y al final salió... que las palabras estaban de más, pero no se podían guardar...de todos modos nos quedamos con la amistad ;)

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